En la tarde noche de ayer, asistí al Palacio Zalazar de Santa Cruz de La Palma para ver la proyección del documental: Joana Biarnés, Una entre Tots. Es poco habitual la proyección pública de documentales sobre fotografía en mi municipio, sin embargo, se dio la curiosa circunstancia de tener que renunciar al pase del documental La Sel de La Terra sobre la obra de Sebastiao Salgado, que ofrecía la Fundación la Caixa a la misma hora, en su sede, como parte de las actividades asociadas a la exposición de una selección de las fotografías que conforman Génesis, comisariadas por Lélia Wanick, que decoran las calles de Santa Cruz de La Palma hasta el próximo 15 de mayo.
Me decanté por el documental sobre Biarnés porque La Sel de La Terra lo vi tras visitar la exposición de Salgado en Madrid, y sin embargo desde que surgió la campaña de crowdfunding para dar a conocer el trabajo de Joana Biarnés tenía interés por verlo, y dado que no pude colaborar con la campaña y hasta el próximo mes no esta prevista su emisión en el espacio Sense ficció de TV3, ésta era la ocasión perfecta.
Joana Biarnés fue la primera mujer fotoperiodista de España, sin embargo desapareció de un día para otro y sin dar explicaciones. El documental relata la vida de Biarnés, las desventajas de abrirse camino en un sector profesional dominado por hombres (puede parecer cosa del pasado, pero estadísticamente, la situación perdura en la actualidad) o anécdotas sobre el desarrollo de su ejercicio profesional para conseguir fotos que otros no pudieron.
Biarnés y su cámara fueron testigos de una época de cambio en la historia de España, una época que ella supo captar en las miles de instantáneas que aun guarda en su casa, y que, en un determinado momento, minusvaloró hasta el punto de comenzar a destruir negativos. Afortunadamente, la pérdida fue mínima y gran parte de su trabajo quedará para la historia pues forma parte de este documental, y de un libro que saldrá con una retrospectiva de su obra.
Como conclusión, me quedo con los motivos que llevaron a una fotoperiodista que sin duda tenía lo necesario para no haber caído en el olvido, a dejar, tras 22 años de ejercicio, la profesión que tanto amaba. Joana Biarnés había hecho un fotoreportaje a un superviviente de cáncer que ayudaba a otros enfermos con terapias y al llegar a la redacción le negaron su publicación porque “eso no vende”. Sin duda alguna, al igual que las dificultades que aun existen para que las mujeres ejerzan el fotoperiodismo, una frase que sigue estando vigente, y que tanto yo como muchos compañeros sufrimos en numerosas ocasiones.